‘Si te relajas, no cumples’

Alberto Salido ficha por el Mallorca después de que los ojeadores del equipo isleño se fijaran en él durante un amistoso.

Alberto Salido conoció a Marcet en Mallorca. “Allí hacía tecnificación todos los domingos, hasta que empecé a ir a Barcelona durante el verano para participar en los cursos intensivos. Al final decidí quedarme todo el año como alumno del Programa Profesional“, cuenta el volante de Capdepera, localidad a unos 80 kilómetros de Palma.

Durante dos años de formación en la ‘Ciudad Condal’, Alberto tuvo la oportunidad de enfrenarse a equipos como Atlético de Madrid, Sevilla o Espanyol. Ganó experiencia en torneos como la Oviedo Cup y en giras internacionales como la de Mulhouse, en Francia. Una serie de partidos que tuvo como coronación el enfrentamiento con ‘su’ Mallorca.

“Fue muy especial volver a la isla. Antes del encuentro me puse más nervioso de lo habitual, también porque vino mi familia a verme”, recuerda el volante mallorquín. “Sin embargo, una vez que empezó el partido, todo volvió a la normalidad y pude jugar cómo sabía. Salí del campo satisfecho y creo que fuimos superiores a nuestros rivales durante buena parte del partido”.

Lo que Alberto no sabía es que le estaban observando. Y que ese mismo partido iba a marcar un antes y un después en su carrera deportiva. Días después del partido, el volante recibió una llamada que le puso una sonrisa de oreja a oreja: los ojeadores del Mallorca se habían fijado en él y pretendían ficharle de cara a la siguiente temporada.

“en marcet he aprendido algo que en otros sitios no te enseñan: elegir siempre la mejor opción de juego”

Era la noticia que Alberto esperaba después de dos años en la Academia de Alto Rendimiento Marcet. “Dejé mi casa para ir a Barcelona y vivir algo completamente distinto. Fue casi como ser un jugador profesional, viviendo en una residencia con mis compañeros de equipo y entrenando todos los días al máximo. Porque si te relajas no puedes cumplir tus objetivos. No puedes parar en ningún momento“.

“Ha sido una experiencia que me ha servido mucho. En estos dos años he aprendido más de lo que había aprendido en todos los otros años en los que había estado jugando al fútbol. Sobre todo, creo que en Marcet he aprendido una de las cosas más difíciles de este deporte: jugar en función de mis compañeros y elegir siempre la mejor opción. Es algo que en otros sitios no te enseñan”.

Ahora a Alberto le espera otro cambio. Será volver a casa, pero también empezar una etapa nueva. “Recibir la noticia de mi fichaje fue muy emocionante, porque el Mallorca es un equipo de alto nivel, que ahora mismo está Segunda División. Para mí es como cumplir un objetivo, una manera de despegar y poder alcanzar otras metas en el futuro. Deportivamente, es otra oportunidad más para seguir creciendo y mejorando. Y personalmente me hace mucha ilusión volver a mi casa. Eso también lo valoro, pero es lo de menos, porque en Barcelona ya me he acostumbrado a estar lejos de la familia. Al final lo que quiero es ser un futbolista profesional y lo que buscaba era poder dar el salto a un equipo importante. Ahora ya tengo mi oportunidad”.