Curso Anual: cómo crecer individualmente en el fútbol
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}Los equipos supeditan el desarrollo del futbolista a la evolución del conjunto. ¿Cómo progresar individualmente en un contexto tan grupal?
En un equipo no siempre es fácil encontrar espacios propios para poder progresar individualmente. Los entrenamientos suelen estar enfocados a mejorar el conjunto, a lubricar el engranaje colectivo, a preparar el próximo partido. La competición, componente esencial y necesario del fútbol, dicta las prioridades y hace que los entrenadores se vean obligados a supeditar el desarrollo individual a la evolución del grupo. Se trata de una dinámica perfectamente normal en un deporte de equipo. ¿Pero cómo es posible crecer a nivel individual en un contexto tan marcadamente de grupo?
“Hacen falta entrenamientos específicos que se centren en la técnica como eje de formación principal”, explica Quim Peña, responsable del Curso Anual para porteros de la Fundación Marcet: “A diferencia de los normales entrenamientos de un club, donde se trabaja para ganar y se hace hincapié en la colocación táctica y en el trabajo en equipo, en este caso el objetivo prioritario tiene que ser la formación individual”.
Horarios compatibles
No se trata de sustituir un tipo de entrenamiento por otro, sino de sumar un trabajo de tipo distinto. “La cuestión es ofrecer un perfecto complemento a la formación que los futbolistas reciben en sus clubes”, afirma Peña, incidiendo en la transferencia positiva que existe entre los dos tipos de entrenamiento: “La progresión alcanzada en la técnica individual se puede luego poner en práctica en el juego de equipo con resultados espectaculares”.
En este tipo de cursos se ofrecen las herramientas indispensables para construir un buen futbolista. Los alumnos aprenden los gestos técnicos, los asimilan y los automatizan, para luego ejecutarlos en un contexto de equipo, ya sea durante un partido o durante un entrenamiento. Por eso, para que el proceso tenga éxito, es importante que los horarios de estos cursos específicos sean compatibles con las actividades de los clubes. Con este objetivo, lo ideal es que se lleven a cabo en días en que los equipos de competición no suelen entrenar.
“En Marcet ofrecemos varias opciones para evitar que los horarios no se solapen”, explica Peña. “En cada categoría tenemos turnos tanto el viernes como el domingo, para que cada alumno pueda elegir lo que mejor se adapta a los horarios de su equipo. Algunos chicos priorizan el Curso Anual frente al entrenamiento en su club y no suele haber problemas. Dado que vienen a formarse técnicamente , los propios clubes suelen autorizarlos”.
Lo que sí es importante es poder trabajar de una manera regular y continuada. Al fin y al cabo se trata de una sola sesión de entrenamiento a la semana, y sin constancia no habría progresión. Por eso se suele trabajar el mismo concepto técnico durante varias sesiones, para permitir que los alumnos asimilen mejor los gestos y los consoliden poniéndolos en práctica también en sus respectivos equipos.
Pero no todo es técnica. Peña señala que en los últimos años la “inteligencia futbolística” ha ido adquiriendo una importancia enorme en la formación de jugadores y porteros. “Nuestra meta no sólo es conseguir que aprendan y consoliden los gestos técnicos. A la vez queremos ofrecerles incógnitas en ciertos puntos de los entrenamientos. El objetivo es que los alumnos piensen por sí solos y aprendan a tomar decisiones correctamente. Y, por supuesto, que se equivoquen. Los errores, al fin y al cabo, son la parte más importante del aprendizaje”.