El valor de la insistencia
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}Tras estar a punto de abandonar el fútbol, David Soria se alza con una Europa League como portero del Sevilla.
La trayectoria deportiva de David Soria recuerda una película. El final es feliz, pero el camino para llegar al desenlace positivo está plagado de momentos negativos, que llegan a poner al actual portero del Getafe al borde del retiro. En medio, un curso Marcet que el cancerbero quiere aprovechar para relanzar su carrera en un momento complicado.
“Era Infantil de segundo año, tenía 13 o 14 años, y decidí apuntarme para llegar en forma a la temporada siguiente”, cuenta David en conversación telefónica desde Sevilla: “Me habían hablado bien de Marcet al-gunos compañeros de equipo y también Óliver Torres, con el que coincidí. A pesar de mi corta edad, fue un campus realmente profesional“.
En ese momento David estaba en el Real Madrid CF. En total, se quedó nueve años en el equipo merengue, pero nunca consiguió despegar. “Decidimos apostar por Marcet, y la verdad es que tenemos un buen recuerdo”, comenta Rafael, el padre del actual portero sevillista. “En ese campus llegó a entrenarse con Tommy N’Kono y en el informe final que nos entregaron nos aseguraron que tenía todas las papeletas para poder llegar al fútbol profesional. Veían que apuntaba alto, y no se equivocaron“.
“David siempre se entregaba a tope y recibía muy bien las correcciones”, recuerda Rubén Yegba, su entrenador durante el curso. “Tenía una planta impresionante y una muy buena disciplina de entrenamiento. Siempre estaba preguntando y quería aprovecharlo todo para mejorar. Se le veía muy serio y comprometido. Además, era muy buen compañero. Estaba claro que podía triunfar a cualquier nivel”.
Pero el camino hacia el éxito no fue tan simple. Puesto que no conseguía asentarse en el Madrid, David buscó suerte en Inglaterra, donde llegó a probar para varios equipos: Birmingham, Stoke City, Leicester… “Sin embargo tuve una lesión y eso me pasó factura”, explica el cancerbero, que tuvo que volver a España cabizbajo. David recuerda ese momento como el “peor” de su carrera deportiva: “Fue muy duro, porque estaba sin equipo. Entonces no tenía claro hasta dónde podía llegar, pero sabía que merecía más de lo que la suerte me estaba deparando”.
Sin ficha y a punto de colgar las botas, David se estaba hundiendo deportivamente. Pero de repente todo cambió y, cuando menos se lo esperaba, su insistencia y su constancia se vieron recompensadas. El mismo día recibió dos llamadas. Por un lado el Sevilla. Por el otro, el Sporting de Gijón. De no tener nada, a tener la posibilidad de elegir. La pesadilla se estaba transformando en un sueño.
David optó por el equipo de Nervión, también porque tiene familia en Andalucía. Si fue una lesión lo que obstaculizó su progresión en Inglaterra, fue otra lesión -la de un portero del Sevilla- la que posibilitó su llegada al que sigue siendo su club, donde empezó con el filial y acabó asentándose en el primer equipo.
Triunfo en Basilea
Con el Sevilla alcanzó lo que hasta el momento es el punto álgido de su carrera deportiva. En la temporada 2015-16 David se alzó con la UEFA Europa League siendo uno de los protagonistas absolutos de ese triunfo. “Ese año empecé jugando en Tercera División con el filial y acabé levantando la copa tras ganar al Liverpool en la final de Basilea. Fue un salto muy grande y fue posible gracias a Unai Emery, que le echó huevos y decidió ponerme de titular pese a contar también con Sergio y con Beto, que era internacional con Portugal”.
Ese año David defendió la portería del Sevilla tanto en la Europa League como en la Copa del Rey, donde también alcanzó la final, disputada contra el FC Barcelona. “Al comienzo de la temporada Emery no contaba con él ni para los amistosos”, recuerda su padre: “Pero David se ganó el sitio a base de entrenar, entrenar y entrenar”.
Rafael Soria asegura que nunca apostó por que su hijo fuera futbolista profesional cuando éste era pequeño. “La primera vez que le vi entrenar me quedé boquiabierto. Pero para llegar a dónde estamos hoy tuvimos que sufrir. Hemos pasado muchos momentos malos”, explica el padre del guardamenta sevillista, parafraseando el dicho latín Per aspera ad astra (A las estrellas a través del esfuerzo). “Mi padre fue el único que confió verdaderamente en mí. Estuvo peleando en todo momento para buscarme un equipo”, recuerda David.
Acabada su exitosa experiencia con el Sevilla, el portero madrileño empezó una nueva aventura en las filas del Getafe. Con el club azulón acabó la temporada 2018-19 a dos puntos de las plazas de Champions y su valoración en el mercado subió hasta los 15 millones de euros. El Sevilla quiso contar otra vez con él para el curso 2019-20, pero el Getafe rompió la opción de recompra que tenía el club andaluz abonando 1,5 millones de euros. A sus 26 años, a David Soria no le faltan pretendientes.