Un Entrenador Sin Fronteras

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Con experiencia en India, Afganistán y España, Fernando Varela ha construido una carrera marcada por el aprendizaje y la evolución constante desde su formación en Marcet.

Los Inicios en Marcet

La historia de Fernando Varela como entrenador comenzó en Marcet, donde llegó en 2011 con la intención de aprender y desarrollarse. Como muchos jóvenes entrenadores, inició adquiriendo experiencia y entendiendo la metodología de la academia. “Al principio había unos 25 entrenadores y lo que hice fue identificar a los cinco mejores para aprender de ellos. Me enfoqué en su metodología, en sus ideas, y fui aplicando lo que consideré más útil.”, recuerda.

Varela dando indicaciones a los alumnos Marcet: en la academia forjó su metodología.

Uno de los conceptos que más marcó su formación en Marcet fue el refuerzo positivo, algo que sigue aplicando en su carrera. “Aprendí en qué momento corregir al jugador, cuándo hablar y cuándo dejar pasar ciertas situaciones. El refuerzo positivo es muy importante, pero hay que saber utilizarlo.” Tras un tiempo en la academia, logró dirigir al primer equipo, con el que se consagró campeón, y comenzó a formar a otros entrenadores, compartiendo lo aprendido en su camino.

El Salto a India

Su primera gran experiencia internacional lo llevó a India, donde dirigió en varios equipos y consiguió títulos importantes. Entre sus logros, destaca haber ganado la Premier League y la Durand Cup, además de lograr un subcampeonato de liga con Churchill Brothers.

Uno de sus mayores orgullos fue armar desde cero el equipo de Sreenidi Deccan FC, logrando que siete de sus jugadores dieran el salto a la Superliga de India. En la primera temporada del club en liga, alcanzaron el tercer puesto. También tuvo la oportunidad de trabajar en Bengaluru United, un club con vínculos con el Sevilla FC, lo que le permitió ser invitado por la directiva del club español para conocer su estructura y compartir experiencias.

“India fue un desafío en muchos aspectos. No siempre fue fácil encontrar jugadores y staff dispuestos a escuchar y aprender, pero cuando lo logras, el crecimiento es enorme.”, afirma Varela.

El Reto de Dirigir en Afganistán

Tras su paso por India, Varela recibió una oferta inesperada: dirigir en Afganistán. El contacto llegó a través del capitán de la selección afgana, Zohib Islam Amiri, quien lo invitó a hacerse cargo del Abu Muslim FC. La propuesta era un reto en muchos sentidos, no solo desde lo futbolístico, sino también por el contexto social y la imagen que se tiene del país en el exterior. “Uno tiene una idea previa de Afganistán, pero cuando llegué, me encontré con una realidad distinta: gente amable, hospitalaria y con una gran pasión por el fútbol.”

En su primera temporada, logró un hito histórico al ganar la Champions League de Afganistán, lo que clasificó al club a la AFC Cup (la Copa de Asia). Dirigió a diez jugadores de la selección nacional, en una liga corta pero intensa. “La clave fue manejar bien las cargas físicas y el aspecto psicológico. Enfrentar adversidades en un torneo de ritmo acelerado no es fácil, pero el equipo respondió de manera increíble.”

Más allá del éxito deportivo, la experiencia en Afganistán fue un descubrimiento cultural para Varela. Lo que más le sorprendió fue la hospitalidad y el respeto con el que fue recibido. “Desde el primer día, me trataron con un respeto increíble. Me hicieron sentir parte de su cultura, incluso me regalaron vestimenta tradicional como símbolo de aprecio.” Además, tuvo la oportunidad de conocer al Primer Ministro de Deportes, con quien tuvo varias conversaciones. “Él me decía: ‘La gente afuera piensa que somos de una manera, pero ya viste cómo somos realmente’.”

El fútbol en Afganistán es vivido con una intensidad impresionante. Cada partido es un evento masivo, con estadios repletos y una afición incondicional. “Cuando jugamos el Clásico contra Attack Energy, entrar al estadio fue una odisea. Había más de 20.000 fanáticos, muchos de ellos viajando en buses desde otras ciudades solo para ver el partido.” La pasión no se limitaba solo al estadio, sino que se extendía a las calles, donde los aficionados mostraban su apoyo de manera incondicional. “Cuando llegamos a Herāt tras ganar la liga, cerca de 500.000 personas salieron a las calles a festejar. Fue una experiencia espectacular.”

A pesar de las dificultades logísticas y organizativas, el fútbol afgano mostró un enorme potencial. Varela destaca la calidad de los jugadores y su deseo de aprender. “Me encontré con futbolistas muy competitivos, con carácter y una gran capacidad para entender el juego. Tenían muchas ganas de aprender y eso hizo que mi trabajo fuera más fácil.”

Mirando al Futuro

Con la clasificación a la AFC Cup, Abu Muslim FC quiere seguir contando con Varela al frente del equipo. “El club desea que continuemos juntos, estamos en conversaciones. Por ahora, mi intención es seguir en Afganistán, pero también estoy abierto a nuevos desafíos en otras partes del mundo.”

Para Varela, cada experiencia ha sido un aprendizaje. “Dirigir en diferentes países te obliga a adaptarte, a entender a las personas y a ser flexible. La clave está en mantener la humildad y nunca dejar de aprender.” Con esa mentalidad, sigue abriendo caminos en el fútbol, explorando nuevas culturas y desafiando percepciones, demostrando que el deporte es un puente que une más allá de las fronteras.

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