Un futbolista 10
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}Ferran Ruiz sacó las máximas notas en Marcet. Hoy pone su talento al servicio del Real Madrid y de la Selección Española.
Ferran Ruiz Martí es un lateral con todas las características que exige el fútbol moderno. Es rápido, domina los balones aéreos y, sobre todo, le gusta combinar con sus compañeros gracias a una excelente salida de balón. Unas cualidades que esta temporada ha empezado a mostrar en el Real Madrid, después de cuajar una gran temporada con el Girona el año pasado.
“Se puede decir que Ferran ya salió de la barriga de su madre con una pelota”, bromea su padre, David Ruiz. “Desde que empezó a andar siempre ha estado jugando con la pelota. Cuando tenía tres o cuatro años, nos fuimos a una tienda de juguetes para hacer la lista de regalos para el día de Reyes. Su hermano, que tenía dos años más, pidió casi todo lo que había. ¿Y Ferran? Solamente una pelota, pese a que en casa ya tuviera una decena o más”.
El lateral del Cadete A del Real Madrid -equipo en el que también juega el ex Marcet Rubén Paraíso– se estrenó de pequeño en las filas del Santa Pau, en la provincia de Girona. Cuando aún era Benjamín empezó a acudir a Marcet. De 2011 a 2014 participó en varias actividades formativas: campus intensivos, cursos anuales, concursos, torneos dentro y fuera de España…
“Siempre he dicho que si Ferran no hubiera ido a Marcet, no sería el jugador que es ahora”
“Conocimos a Marcet a través de un amigo mío”, explica el padre de Ferran. “Nos comentó que no se trataba de un típico campus de verano donde los niños se lo van a pasar bien con sus amiguetes, sino todo lo contrario. Nos dijo que sufirían bastante, pero a la vez aprenderían mucho. Decidimos probarlo para ver si a Ferran le gustaba tanto el fútbol como parecía, con el objetivo de que se diera cuenta de que en este deporte también hay que sacrificarse. Por eso optamos por dejarle dormir en la residencia Marcet durante los cursos”.
La progresión de Ferran fue tal que en 2013 el Girona llamó a su puerta. El defensa empezó en el club catalán como Alevín y lo dejó como Cadete tras aceptar la oferta del Real Madrid. “Siempre he dicho que si Ferran no hubiera ido a Marcet, no sería el jugador que es ahora”, comenta el padre del chico. “Allí entendió que si quieres llegar a ser alguien, sea en la profesión que sea, tienes que luchar mucho. Aprendió a competir, a ponerle intensidad a su juego -¡y de que manera!- y también mejoró técnica y tácticamente. En su primer año tuvo a entrenadores muy rigurosos y exigentes. Fueron una Master Class para él. Si miras sus notas de entonces, eran todas de 10″.
A punto de cumplir 16 años, Ferran es hoy un chico feliz con un futuro prometedor. Titular inamovible en el Cadete A del Madrid, también ha empezado a ser convocado por las categorías inferiores de la Selección Española, donde comparte vestuario con Alan Godoy, otro canterano Marcet. “Las satisfacciones por todo lo logrado a día de hoy son más grandes que las preocupaciones”, señala David. “Evidentemente a mi hijo le gustaría llegar a ser futbolista profesional, pero también tiene muy claro que no tiene que olvidarse de los estudios, que siempre tienen que ir por delante del deporte”.
“Falta mucho camino por recorrer. Es verdad que, si sigue trabajando duro como lo está haciendo, puede ir subiendo peldaño a peldaño en el mundo del fútbol. Pero a día de hoy lo que tiene que hacer es disfrutar del momento al 100% y aprovechar las experiencias que está teniendo la suerte de vivir. Todo esto lo formará como persona. Luego ya veremos que nos deparará el futuro…”