‘Marcet nos ha ayudado a pensar diferente’
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}La Federación de Fútbol de Ucrania celebra el éxito del Soccer Camp de Kiev.
El principal objetivo de los Marcet Soccer Camps (MSC) es formar a jugadores y porteros capaces de tomar las decisiones correctas en el terreno de juego. Es la filosofía del fútbol inteligente: saber escoger en todo momento cuál es la mejor opción en el campo. Para jugar bien hay que aprender a pensar. Por eso la Federación de Fútbol de Ucrania (FFU) contó con Marcet a la hora de organizar un campus formativo para los jugadores de sus categorías inferiores.
“Esta colaboración nace como un proyecto educativo”, afirma Valeriy Zolotukhin, director de la FFU y responsable de la organización del MSC de Kiev, al que acudió una expedición de ocho profesionales procedentes de Barcelona. “Es algo que va más allá de la dimensión deportiva. Cuando los chicos aprenden a pensar, entonces no lo hacen sólo en el campo, sino también en la escuela, en la vida cotidiana. Es muy importante que los jugadores aprendan a conectar su mente en todo momento, y esto es parte fundamental de la Metodología Marcet que hemos podido experimentar en Ucrania“.
Pregunta.- ¿Qué es lo que más os ha llamado la atención durante el MSC?
Respuesta.- Precisamente eso, que los profesores Marcet consiguen que los chicos piensen. Hacen que conecten sus cabezas. Y lo más importante es cómo lo logran. ¡No hemos oído ni un grito en el campo! Los técnicos Marcet siempre enseñan desde el respeto y la tolerancia. Espero que nuestros entrenadores hayan tomado nota.
P.- ¿A qué problemas se enfrenta el fútbol ucraniano?
R.- Nos harían falta más instalaciones, más entrenadores cualificados y más financiación, sobre todo para poder implementar programas educativos como el que nos ha mostrado Marcet. Para la FFU el desarrollo del fútbol base es muy importante, pero la verdad es que en este contexto nos cuesta motivar a nuestros técnicos. Por eso queremos que conozcan la filosofía española. Para nosotros esto es prioritario. Es una necesidad que aquí todos entendemos, pero es Marcet quien nos está enseñando cómo llevar a cabo este cambio de modelo. Con el MSC hemos dado a nuestros entrenadores la oportunidad de perfeccionarse, de recibir nuevos conocimientos.
“SI los chicos aprenden a pensar en el campo, LUEGO LO HACEN también en la escuela Y en la vida cotidiana”
P.- ¿Cómo reaccionaron los chicos ante esta nueva metodología?
R.- Hablaré de mi hija, que estaba presente en el campus. Ella tiene un carácter muy especial: si en una determinada actividad advierte presión y no se siente cómoda, entonces prefiere abandonarla. Por ejemplo, cuando tiene un torneo importante siempre dice que no quiere participar. Pero después del primer día del MSC fue ella misma la que dijo que quería repetir. Para mí esto es muy significativo, porque la conozco bien y sé que es especial. Con respecto a los demás niños, sólo he visto emociones positivas en el campo. Todos aprendieron muchas cosas nuevas. Tanto los alumnos como sus familias están encantados con la experiencia. Además, para ellos es un honor conocer de primera mano la metodología de una academia de Barcelona, porque saben que en España se juega el mejor fútbol del mundo.
P.- Uno de los objetivos de los MSC es diagnosticar comparativamente el estado del fútbol base en todo el mundo parapoder mejorar su práctica educativa. ¿Qué ha aportado Ucrania en este sentido?
R.- Somos una ex república soviética, donde el fútbol todavía tiene mucho margen de desarrollo. Yo mismo he podido constatar que la preparación técnica de los alumnos que participaron en el campus no era la mejor. Creo que esto proporciona a Marcet un contexto muy interesante para su investigación científica.
P.- ¿Qué os deja esta experiencia?
R.- Ha sido muy importante para nosotros, porque ha permitido crear todas las condiciones para que nuestros jugadores tengan el deseo de entrenarse. Un jugador puede tener talento y estar dispuesto a sacrificarse, pero sin una formación correcta nunca tendrá oportunidades reales de desarrollo. En este sentido damos las gracias a Marcet, porque nos ha ayudado a pensar diferente.