¿Rotar o no rotar?
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}La alternancia de guardametas en la portería de los grandes clubes ya no es tabú. ¿Pero es conveniente?
Hubo una época en que las jerarquías en la portería eran indiscutibles. Un guardameta tenía su sitio asegurado en el 11 titular, y su suplente sabía que en los partidos importantes iba a ocupar el banquillo. Como mucho, el reserva podía aspirar a jugar en competiciones secundarias, como las primeras eliminatorias de las copas nacionales. Pero en los últimos años las cosas han cambiado y esta dinámica se ha puesto cada vez más en entredicho.
Según la revista ‘Panenka’, el responsable de este cambio de tendencia fue Carlo Ancelotti. Ante la llegada de Keylor Navas y con el aún icónico Iker Casillas en la plantilla, el técnico italiano del Real Madrid CF decidió alternar a los dos guardametas en las dos competiciones más importantes que disputaba el club merengue. Uno jugaría la Liga. El otro, la Champions League.
Más tarde, otros entrenadores recogerían el testigo de Ancelotti. Es el caso, entre otros, de Diego Simeone y Luis Enrique, que alternaron a sus porteros en las dos principales competiciones, alimentando un tipo de gestión del vestuario que a día de hoy ya no sorprende a nadie. ¿Pero es realmente conveniente tener a dos porteros del mismo nivel en una misma plantilla? ¿Y cómo tienen que actuar los entrenadores del fútbol base ante una tendencia al alza a nivel profesional?
“Hay que distinguir entre estos dos niveles”, explica José Bermúdez, entrenador de porteros del Juvenil A del FC Barcelona. “En el fútbol base está claro que la portería debe ser compartida, siempre y cuando los dos guardametas tengan un nivel parecido. Es importante que ambos dispongan de oportunidades para desarrollar sus cualidades y progresar a través de la competición“. Esto no quiere decir que en las categorías inferiores del Barça haya un criterio fijo de rotación para todos los entrenadores. “Todos los porteros tienen sus minutos, pero cada técnico gestiona los tiempos como mejor cree”.
Algunos, por ejemplo, prefieren sustituir al portero entre primera y segunda parte. Otros, en cambio, optan por dar partidos completos a los guardametas. Es el caso del Girona FC, cuyos entrenadores prefieren otorgar la titularidad a un arquero durante dos o tres encuentros seguidos. “Esto permite que un guardameta que tenga mucha confianza en un determinado momento pueda seguir con su dinámica positiva y aumentar sus capacidades”, explica Miquel Colldecarrera, máximo responsable de porteros en el fútbol base del club rojiblanco. “Además, eso es positivo también para el otro arquero, que tiene que aprender a gestionar situaciones en las que no juega. Al fin y al cabo se trata de una realidad que casi todo el mundo tiene que afrontar en un determinado momento de su carrera“.
“los entrenadores tenemos que saber fomentar una sana competENCIA entre los guardametas”
Más pragmático se muestra Juan Carlos Camacho, ex portero que el año pasado entrenó al Juvenil A del RC Recreativo de Huelva. “Teníamos a dos porteros y los fuimos turnando en función de las características del partido y de sus puntos fuertes. En general, considero que lo ideal siempre es hacer rotaciones, para que ambos se mantengan conectados y con ganas en todo momento. Pero siempre depende de los porteros que tengas“.
Lo mismo opina Colldecarrera, que además subraya los posibles problemas de convivencia que puede haber en determinadas situaciones. Según el responsable del Girona FC, las plantillas tienen que confeccionarse con el objetivo de que haya competencia en cada posición, pero a veces puede resultar complicado gestionar este tipo de rivalidad. “Hay mucho ego en los porteros, y en ocasiones es muy difícil mantener a la vez a dos guardametas en las máximas condiciones posibles. Pero ésta tiene que ser la obsesión de los entrenadores, que tenemos que saber fomentar una sana competencia para que todos los arqueros de la plantilla encuentren un rendimiento y un estado mental óptimo”.
Todos los técnicos consultados coinciden en que estos planteamientos sólo se pueden llevar a cabo en el fútbol base. “En las categorías profesionales entran en juego otros factores, como los representantes o las cláusulas de los contratos”, explica Camacho. “Lo normal es que un equipo tenga a un solo portero de garantías, en el que el entrenador confía más”. Es lo que también debió pensar Vincenzo Montella a su llegada al banquillo del Sevilla FC, cuando decidió acabar con las rotaciones entre Sergio Rico y David Soria.
“En la élite, donde se juegan muchos partidos al año, creo que para los porteros es positivo que cada uno tenga asumido su rol”, señala Bermúdez. El entrenador del Barça admite que la alternancia impide que todos los guardametas de la plantilla estén mucho tiempo sin competir y hace que siempre tengan algo de rodaje y que en el momento de la necesidad no le falte el ritmo. “Pero para dar su 100% un portero siempre necesita minutos y continuidad”.