De Marcet a Princeton

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La experiencia de Sam Massick: su viaje desde el fútbol europeo a la élite universitaria estadounidense del fútbol americano.

Luego de su paso por la Academia Marcet, Sam Massick fue aceptado por la Universidad Princeton, pero para jugar fútbol americano, y no soccer como se le conoce en Estados Unidos. Su talento futbolístico le permitió sumarse como pateador a los Tigers de la Universidad Princeton, donde alterna su tiempo entre el deporte y sus estudios de Asuntos Públicos e Internacionales. Conoce su historia.

Luego de graduarse de la secundaria, Sam decidió tomarse un año sabático antes de comenzar la Universidad. Fue durante ese año que surgió la idea de tener una experiencia en una Academia de fútbol en Europa. Después de investigar varias opciones, Sam se decidió por Marcet por su “entrenamiento de primera clase, sus increíbles entrenadores, sus impresionantes instalaciones y sus jugadores de alto calibre”, explica.

Massick tuvo una experiencia Marcet muy satisfactoria, tanto en lo deportivo como en lo social y cultural.

Mientras recuerda los enfrentamientos contra equipos como el FC Barcelona, RCD Espanyol, y Girona FC, de un nivel mucho más alto al que estaba acostumbrado en Estados Unidos, Sam afirma: “Esa competencia y el desarrollo técnico con los entrenadores en materia de manejo del balón, precisión en los pases y habilidades defensivas, fueron cruciales para mi progreso como deportista”.

Sin embargo, Sam no solo recuerda su paso por Marcet desde lo deportivo: “Vivir y entrenar en Barcelona fue una oportunidad increíble para mí de experimentar la cultura, aprender el idioma y conocer personas increíbles”. Y completa: “Me fui con muchas amistades de por vida, un nivel de español aceptable y un verdadero aprecio por la cultura, siendo mi primera vez en Europa”.

Sam es pateador en los Tigers de Princeton, uno de los equipos universitarios más importantes de EEUU.

En representación de los Tigers de Princeton, Sam juega en la mejor competencia universitaria de Estados Unidos, la Ivy League. En esta liga, enfrenta a otras siete instituciones de renombre deportivo y académico: Harvard, Brown, Yale, Cornell, Columbia, la Universidad de Pensilvania y Dartmouth.

“Trabajo duro para ser un buen compañero y tener una contribución positiva al equipo cuando me necesitan”, sincera el pateador. Mientras balancea su carrera deportiva con los estudios, el ex Marcet, quien se está especializando en Asuntos Públicos e Internacionales, sueña con desempeñarse en el servicio público en el futuro.

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