Con los pies en el suelo
{mb_sdlf_jugador_SDLF-jugador_frase-destacada}Sebastián González ficha por Cruz Azul tras formarse durante tres años en la Academia Marcet.
Fueron dos las sorpresas que le cambiaron la vida a Sebastián González. La primera, hace tres años, cuando se encontraba en un restaurante con su familia. “De repente vi que en el plato, en lugar de la comida, me llegó un cuaderno”, recuerda el lateral mexicano. “No sabía de qué se trataba, pero pronto me di cuenta de que era todo el papeleo para gestionar mi viaje a España. No sabía muy bien qué sentir… Quería gritar, reir, llorar, de todo”.
Los padres de Sebastián llevaban tiempo buscando una academia de fútbol para su hijo, que de pequeño había empezado a jugar en el Toluca antes de tener que abandonar el club. “Sobre la mesa estaba también una opción en Phoenix, pero al final mis padres se decantaron por Marcet por recomendación de un conocido”.
Así es como Sebastián, natural del pueblo mágico de Metepec, aterrizó en el Programa Checking. “La prueba duró una semana, en la que no me salió absolutamente nada. Era mi primera vez en Europa, estaba muy nervioso. Todo el tiempo se me desataban los cordones”, recuerda con una sonrisa el lateral mexicano, que había llegado a Barcelona como extremo.
“Llegué a España con el objetivo de fichar por un club, y lo cumplí”
El cambio de posición se dio en los años siguientes. En total, fueron tres las temporadas que Sebastián pasó en las filas del Programa Profesional de la Marcet Football University. Hasta que otra sorpresa volvió a cambiar su vida. “Esta vez me lo comunicaron por error. Mis padres vinieron a visitarme para verme jugar en el torneo MIC, pero entonces no me dijeron nada. Poco después les llamé, y a mi madre se le escapó que el Cruz Azul estaba interesado en ficharme. Ella creía que ya me lo había dicho durante su visita a España, pero yo acababa de descubrirlo”.

Así que, después de formarse en Barcelona, Sebastián ha podido volver a su país con todos los papeles en regla para demostrar lo que vale en el fútbol. Una oportunidad que se ganó a base de esfuerzo durante su estancia en Marcet, donde aprendió a preparse para un escenario como el que ahora tiene delante.
“En Barcelona aprendí mucha táctica, y eso me será muy útil, porque en otros países este aspecto no está tan desarrollado. Pero cada una de las experiencias que hice en estos tres años fue única. Marcet es como una familia, donde todo el mundo ayuda a todo el mundo. Llegué a España con el objetivo de fichar por un club, y lo cumplí. Llegar al Cruz Azul es un gran logro, pero no quiero emocionarme demasiado. La vida me ha enseñado que es mejor trabajar con los pies en el suelo”.